Reencuentro con los 19
Ejecutados políticos de Laja y San Rosendo

La mañana del 5 de octubre de 1979, Graciela Sandoval junto a sus hijos
Luis y Carmen Ulloa llegaron al Instituto Médico Legal de Concepción para una
tarea dolorosa: intentar reconocer los restos de Luis Armando Ulloa Valenzuela, esposo
y padre, quien había sido detenido por carabineros el 13 de septiembre de 1973,
en Laja, sin que hasta ese momento se supiera
qué le había ocurrido.

El hallazgo de una tumba clandestina en el cementerio de Yumbel,
exhumada el 2 de octubre de 1979, dejó al descubierto una historia
de horror imposible ya de ocultar: la detención y ejecución de 19 trabajadores
de la Papelera CMPC de Laja y de Ferrocarriles del Estado de San Rosendo,
cuyos cuerpos permanecieron ocultos por cinco años, sumiendo en el dolor
y la incertidumbre a sus familias.

A cargo de la investigación de este hecho estuvo el ministro de la Corte
de Apelaciones de Concepción, José Martínez Gaensly, proceso en el
cual se realizaron numerosas diligencias y diversos careos y toma de declaraciones.
Gracias a esa labor se identificó a los responsables, aunque en ese
entonces no fueron condenados.

Impactantes imágenes captadas por reporteros gráficos de los medios de
comunicación de la época, registraron a las familias en la trágica acción de reconocer
los restos de sus seres queridos, las osamentas exhumadas,
los funerales de las víctimas…

Registros que hoy reviven un hecho que ha transitado por un largo camino
en busca de la necesaria verdad y justicia que por tanto tiempo ha sido negada.